Los principales retos en diferentes campos jurídicos ante la nueva normativa de drones
La mesa redonda ha estado moderada por Elisa González Ferreiro, presidenta de la Asociación Española de Derecho Aeronáutico y Espacial (AEDAE).
La mesa redonda se ha desarrollado en la sala DRONExpo de la feria de Altas Tecnologías de Seguridad e Inteligencia, Drones y Antidrones. En ella han intervenido como ponentes Roberto Gándara Ossel, jefe División UAS de AESA, Claudia Romeo Gurrea-Nozaleda, directora de Operaciones de NET2FLY, David Rojo Alonso, gerente de Estrategia Regulatoria de Telefónica, Jaime Rodríguez Díez, abogado socio de Díez & Romeo Abogados y Pedro Díaz Peralta, del grupo de Investigación G- BioDIn LAW de la Universidad Complutense de Madrid.
Roberto Gándara habló de la actualización normativa de los drones, que han «entrado en el ámbito civil profesional en la década de 2010». Según el jefe de la división UAS de AESA, la aplicación de los reglamentos europeos de 2020 «han introducido normas proporcionales al riesgo, que permitieron escenarios estándar nacionales«. A principios de este año, se han establecido diferentes clases de drones: si una persona pretende operar drones de gran tamaño, debe ir a la categoría específica, más allá de la estándar.
Otra importante novedad «es que los operadores no EASA (no pertenecientes a la Agencia Aérea de Seguridad Europea) civiles entrarán en el ámbito EASA, algo beneficioso para operaciones como la lucha contra incendios». Esto crea un marco «para la aplicación en España del U-Space», explicó Gándara: «Hasta 2035 se quiere desarrollar el transporte aéreo internacional con drones«.
«La falta de barrera de entrada implica una significativa ausencia de profesionalización»
Claudia Romeo es CEO de NET2FLY, cuya principal actividad es facilitar el uso de los drones para sus clientes, ante un gran reto: «hay una falta de centralización en estos procesos». Según ha comentado, «adquirir un dron es muy sencillo, barato, sin gran barrera de entrada: nadie pide identificación ni proporciona información para los siguientes pasos, lo que es un problema muy grande». La falta de barrera de entrada implica una significativa ausencia de profesionalización: «Creemos que se debería tener un conocimiento mínimo de la industria».
La experta lamentó que el 30% de las empresas piensa que la legislación aeronáutica es su mayor obstáculo. Para ella, «la revolución tecnológica requiere medidas urgentes, ya que los pilotos de drones no tenemos, por lo general, una formación aeronáutica destacable».
Se requiere una formación continua: «tenemos que estar constantemente actualizándonos». Concluyó de forma optimista: «Todavía está todo por hacer. Todos los actores del ecosistema del dron tenemos una voz y una responsabilidad para que todo esto se desarrolle facilitando el trabajo, primando la seguridad».
«Telefónica va a jugar un papel fundamental en la conectividad del dron»
David Rojo Alonso, del equipo de Telefónica, habló acerca de la visión de la compañía y su rol como operadora de conectividad digital. «Estamos complementando nuestras funciones con otro tipo de acciones, que vemos como palancas relevantes en este contexto». Telefónica va a jugar «un papel fundamental en la conectividad del dron, otra cosa más a conectar».
Para Rojo, «un operador como nosotros puede aportar conectividades para el futuro y, por qué no, introducirse como un nuevo agente en el ecosistema de U-Space». Telefónica ya participa en el negocio de la inteligencia artificial, dijo, por lo que «tiene sentido introducirse en esa cadena de valor; podemos aportar un valor importante en la conectividad». «Evidentemente estamos ante un marco normativo complejo«, añadió: «hay multitud de temas que se cruzan a nivel normativo, como la privacidad o la seguridad, de una complejidad no desdeñable, que tenemos el reto de encajar».
«Es difícil adaptarse a los constantes cambios normativos»
Jaime Rodríguez Díez, abogado asesor del panorama aeronáutico, reforzó las ideas de Romeo ante «la gran dificultad» que tienen sus clientes para adaptarse a los constantes cambios normativos y sus consecuencias jurídicas: «una rigurosidad tan compleja, en muchas ocasiones, genera irregularidades».
Rodríguez profundizó acerca de la publicidad en el ámbito de los drones, regida «por la ciberseguridad y el régimen jurídico del márketing, algo que se está especializando y debemos conocer». Para el abogado, las empresas deben elaborar un plan de publicidad ampliamente conformado por un conocimiento del régimen jurídico actual «riguroso y profundo»: «No debemos caer en los supuestos de publicidad ilícita, que atentan contra la dignidad de la persona; hay que proteger a la mujer y a los menores, así como evitar el fomento de estereotipos».
«Existen vehículos autónomos que pueden suponer serios problemas»
El último ponente, el doctor Pedro Díaz Peralta, habló acerca de los drones y el reconocimiento facial: «Si unimos a los drones con inteligencia artificial y la aplicación de robótica y automatización, surgen una serie de cuestiones preocupantes».
Para el investigador de la Universidad Complutense de Madrid, «hasta ahora hemos hablado de drones amistosos, que siguen el régimen jurídico de la Unión Europea, pero también hay vehículos autónomos hostiles«, que, al no seguir con la normativa y la legislación sobre privacidad, puede haber serios problemas.
La primera cuestión que se plantea es que «las cámaras fijas utilizan un plano cenital con un grado de fiabilidad bastante elevado, pero el dron lo hace con un grado de precisión muy elevado y difícil de captar«. La única diferencia entre los drones y las cámaras es que estas últimas son más fáciles de controlar, a diferencia de los drones hostiles que pueden aparecer.